La Planificación Financiera: Una Herramienta Clave para Enfrentar la Inestabilidad

La Planificación Financiera: Una Herramienta Clave para Enfrentar la Inestabilidad

Ante un escenario económico incierto, planificar no es tarea sencilla. Sin embargo, gestionar una empresa en un contexto de inflación pos-Covid persistente sin ningún tipo de planificación puede generar complicaciones mucho más serias.

Tiempo de lectura: 10 minutos

Quienes vivieron la hiperinflación en Brasil durante las décadas de 1980 y 1990 saben que se trata de un problema complejo, que desafía tanto a consumidores como a empresas.
La inflación actual, aunque no se compara con la de aquel período, también genera inquietud.
“La inflación erosiona el valor del dinero a lo largo del tiempo”, resume Elisângela Medeiros, especialista en educación financiera y fundadora de Planeja suas Finanças.
“Años atrás, con un determinado importe se podía comprar un producto que hoy ya no se adquiere con ese mismo valor, ni siquiera uno similar. Esto genera la sensación de que el dinero no rinde lo suficiente e, incluso, de que falta”.
En este contexto, el consumo tiende a caer mientras los precios continúan subiendo.


Ajustar Costos, Gastos y Precios

Esta relación resulta difícil de equilibrar para las empresas.
“Puede comprometer la capacidad de cumplir con las obligaciones —financieras, fiscales o incluso en la entrega del producto o servicio al cliente final—”, advierte la especialista.
“Prestar atención a los detalles y estar preparado para tomar las mejores decisiones en cada momento es esencial para una buena gestión financiera”.

Para hacer frente a la inflación, es fundamental revisar los costos (directamente vinculados a la actividad principal de la empresa), las despesas (gastos generales, independientemente de las ventas) y la política de precios de productos o servicios.
“Entendemos que trasladar estos aumentos directamente al consumidor no siempre es lo más conveniente, pero, al mismo tiempo, la empresa necesita mantener su operatividad sin mayores dificultades”.

Además, la consultora recomienda constituir un fondo de emergencia y garantizar disponibilidad de capital de trabajo.
“Aunque sea un importe pequeño, lo ideal es separar cada mes un excedente de caja para situaciones imprevistas. Si la empresa puede invertir este dinero en algún producto financiero que genere rentabilidad, ese es el escenario ideal”.

Medeiros subraya que esta inversión debe realizarse sin comprometer los pagos habituales de la empresa y debe contar con rentabilidad interesante y liquidez inmediata, para poder rescatarse en cualquier momento. “Y, sobre todo, debe evitar descuentos de impuestos o tasas innecesarias”.


Visión Estratégica, Operativa y Financiera

La planificación financiera debe entenderse como una herramienta para alcanzar objetivos empresariales y enfrentar desafíos, pero siempre alineada con los aspectos estratégicos y operativos del negocio.
“Nunca se debe comenzar directamente por la planificación financiera sin antes desarrollar la planificación estratégica y la operativa”, advierte Reinaldo Guerreiro, profesor y presidente del Consejo Curador de Fipecafi.
De lo contrario, el gestor corre el riesgo de limitarse a “repetir el pasado”, basándose únicamente en resultados anteriores.

Guerreiro recomienda iniciar el plan estratégico mediante un análisis de fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas (Matriz SWOT).
Este diagnóstico contempla tanto el entorno externo —donde se identifican oportunidades y amenazas— como el entorno interno, con sus aspectos positivos (fortalezas) y negativos (debilidades).

En cuanto al entorno externo, es necesario analizar el escenario mediante noticias, indicadores, proyecciones económicas y datos de asociaciones sectoriales, por ejemplo.
“¿Qué amenazas pueden afectar al negocio? ¿Qué oportunidades se presentan?
En el entorno interno, ¿cuáles son las fortalezas que diferencian a la empresa y cuáles sus debilidades? Con base en esto, se establecen las metas, es decir, los objetivos estratégicos”.

Una vez definidos estos objetivos, es el momento de elaborar el plan operativo, que debe detallar cómo se concretará cada meta.
“El plan operativo consta de dos fases: identificar las mejores alternativas para alcanzar los objetivos y, después, especificar cómo se llevarán a cabo”, explica Guerreiro.

En este punto, la empresa ya cuenta con los elementos necesarios para comenzar a trazar el plan financiero.
Guerreiro sugiere proyectar la Cuenta de Resultados (DRE) del período planificado antes de realizar la proyección del flujo de caja. Posteriormente, estos informes deben controlarse mes a mes para evaluar el desempeño real frente al planificado.


El Presupuesto Maestro

“Al elaborar la planificación financiera, es importante desarrollar un presupuesto maestro, que indique la previsión de ventas. A partir de esta, se pueden proyectar las compras, los tributos, la necesidad de mano de obra, entre otros factores”, explica Inacilma Rita Silva Andrade, doctora en Difusión del Conocimiento, máster en Contabilidad, especialista en Auditoría Contable, Ingeniería Económica de Negocios y Pericia Contable, y profesora en la Facultad de Ciencias Contables de la Universidad Federal de Bahía (UFBA).

La ventaja del presupuesto maestro es que parte de la proyección de ventas, lo que permite desglosar con mayor claridad los aspectos más relevantes para la gestión financiera.
“Cuando se parte de la proyección de ventas, se puede definir cuál será el nivel de inventario. Lo ideal es trabajar con inventario mínimo o cero, aunque no siempre es posible. El stock inmoviliza recursos; representa un coste”.

Asimismo, es importante realizar un estudio de la demanda, conocer el punto de equilibrio y la margen de seguridad. Esto permite a la empresa evaluar su posición en el mercado, sus límites operativos y su capacidad de fijación de precios.
“Si la demanda de un producto es de 20 unidades y el punto de equilibrio es de 35, puede ser necesario deshacerse de ese producto si no hay posibilidad de aumentar la demanda”, ejemplifica la profesora.
Reuniones con el equipo de ventas pueden aportar información clave para afinar las proyecciones y estrategias.

Para dotar a la empresa de flexibilidad y capacidad de adaptación, lo más recomendable es trabajar con planes para diferentes escenarios (optimista, pesimista y realista).
La elaboración del presupuesto maestro puede realizarse en una sencilla hoja de cálculo Excel, y siempre es posible contar con asesoramiento especializado.
“El empresario puede recurrir al contable, que ya posee un profundo conocimiento de la realidad financiera, fiscal y patrimonial de la empresa”.


Fuente: Revista Conmax (ago/sep 2022)

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