Agilidad y Adaptabilidad: Factores Esenciales para las Empresas

Agilidad y Adaptabilidad: Factores Esenciales para las Empresas

Tendencias que se aceleraron durante la pandemia de la Covid-19 consolidaron un entorno corporativo más dinámico, en el cual la gestión, las tecnologías y el aprendizaje deben evolucionar con mayor rapidez.

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El nuevo entorno empresarial que surgió tras la pandemia de la Covid-19 es uno de transformaciones más dinámicas y aceleradas, señala el profesor y coordinador académico de Fiap, Cláudio Carvajal.
“Ya sabíamos que la velocidad de los cambios sería cada vez mayor, y la pandemia dejó esto absolutamente claro”.
De la crisis sanitaria, que adelantó avances previstos para los próximos años, surgieron nuevas macrotendencias vinculadas a la estrategia y gestión del trabajo, las operaciones, el marketing y la educación corporativa.

El profesor destaca que estos cuatro aspectos serán determinantes para mantener la competitividad empresarial de aquí en adelante. Todos deben estar alineados con las nuevas tecnologías y, sobre todo, con el nuevo perfil de los consumidores. Carvajal observa que, a pesar de la reapertura de las actividades, las empresas no han regresado al modelo previo a la pandemia.
En medio de cambios cada vez más rápidos, las organizaciones necesitan incorporar herramientas y métodos ágiles a su gestión.
“Esto es fundamental tanto a nivel estratégico como operativo, debido al dinamismo actual y a la necesidad de adaptabilidad y flexibilidad”, aclara.
“Otra lección que hemos aprendido es que el mundo es phygital; existe una integración permanente entre lo físico y lo digital”.


Inversión en Tecnología y Educación Corporativa

Para acompañar esta tendencia, la inversión en tecnología es indispensable.
“Las empresas deben invertir en tecnología en dos momentos: primero, para ganar eficiencia mediante herramientas que permitan a las personas desempeñar sus funciones de forma más productiva; y segundo, para hacer negocios —prospectar, interactuar con clientes y realizar transacciones online—”.

La educación corporativa tampoco puede quedar relegada. Carvajal explica que las personas necesitan comprender la transformación y aprender a utilizar las nuevas tecnologías.
“No sirve de nada invertir en herramientas, cambiar la gestión y las estrategias si las personas no están preparadas”.

Actualmente, la formación puede realizarse de forma online, lo que permite un mejor alineamiento entre equipos ubicados en distintas localidades o con diferentes modelos de trabajo.
El profesor recomienda a los directivos debatir estos aspectos para identificar cuáles son prioritarios en este momento.
Por ejemplo, si la empresa ya dispone de tecnología, puede poner el foco en la educación corporativa.

“Y, para cualquier negocio, es esencial comprender qué ha cambiado en el comportamiento y la vida de su cliente: cómo entró en la pandemia y cómo salió de ella. A partir de ahí, defina cómo va a generar valor para ese cliente hoy”.


La Nueva Economía

La velocidad del cambio ha colocado a la sociedad frente a una nueva economía, impulsada por la evolución tecnológica y el flujo constante de información.
“Y ahora estamos viviendo la Cuarta Revolución Industrial”, afirma el consultor y fundador de Gomes de Matos Consultoría, mentor en Endeavor Brasil y autor del libro La nueva gestión: prepare su empresa para la nueva economía, Eduardo Gomes de Matos.
“Lo que hace que la Cuarta Revolución Industrial sea fundamentalmente diferente de las anteriores es la fusión de tecnologías y la interacción entre los dominios físico, digital y biológico”.


Liderazgo con Visión de Futuro

El desafío para los líderes es conciliar las demandas del presente con una visión estratégica de futuro.
“Para garantizar la supervivencia, los directivos suelen dedicar alrededor del 90% de su tiempo a obtener resultados hoy y solo un 10% a preparar la organización para mañana. No existe una receta única, pero idealmente deberían destinar un 70% al presente y un 30% al futuro”, explica Matos.

Las próximas transformaciones que impactarán a las empresas estarán definidas por la tecnología y ya están en marcha —como la expansión en el uso de la inteligencia artificial—.
“Gran parte de lo que sucederá en los próximos 30 años es inevitable”, asegura. Las empresas deben comprender estos cambios y adaptarse a ellos.

“Tener capacidad de adaptación es una de las artes clave para triunfar en tiempos de incertidumbre. Hoy, las empresas no necesitan estar diseñadas para durar; necesitan estar diseñadas para cambiar”.
El consultor aconseja que las organizaciones reconozcan la importancia de la adaptabilidad para evaluar las transformaciones necesarias y así aprovechar nuevas oportunidades.


Fuente: Revista Conmax (ago/sep 2022)

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